Te equivocaste, Quilapayún
Me declaro admirador del Festival De Viña Del Mar. Si bien mi generación no alcanzó a tener edad suficiente para disfrutar como adolescente la performance de Faith No more, sí pudo conocer de lo mejor de la balada romántica latina, las maravillas del merengue y la primera irrupción de la Bachata con San Juan Luis Guerra (Dios lo bendiga). Después con las noches anglo y todas esas invenciones de los dos miles, convivían artistas chilenos con artistas Gringos y por una semana nos sentíamos del primer mundo.
Este año, le ha tocado a Jamiroquai ser uno de los números anglo, y si bien son una banda viejita, hay cierta nostalgia que se acepta. Llega al cabro que nunca tuvo acceso a un concierto en esos bipolares años 90, o al padre/madre sub 40 que muestra a sus retoños las canciones que escuchaba cuando lolo. ¿me explico?.
Seamos claros, Quilapayún. Eres una de las agrupaciones más importantes de la historia de la música chilena. Respetamos tu nombre como al del mismo Víctor Jara. Eres parte de nuestra cultura.
Y por eso, cuando leo esto:
Me enfurezco, Quilapayún.
Está bien que tu estrategia de comunicación incluya ser parte de la contingencia porque así te muestras activo, pero tu táctica está pésima. Ignorando las enseñanzas de Sun Tzu, partiste a pelear a combos en un terreno que no es el tuyo, y que queda varios escalones bajo el nivel que te corresponde en la historia. Las redes sociales tienen una penetración superior al 90% en la población 18-44, Quilapayún. Objetivamente, tu eres la música de sus padres, no la de ellos. Y no, Quilapayún. Ver a los Chancho en Piedra no habría sido mejor que ver a Jamiroquai.
Me enfureces, porque ahora le diste pie a los que se habían restringido a faltarte el respeto, a que lo hagan. He visto cabros de sub 35 tratándote mal en las redes sociales, Quilapayún. Están burlándose de ti los cabros que crecieron sin interés político o con papás fachos, esos que incluso entienden de música y pueden decirte que tu diatriba no tiene asidero y que eras tú el que usaba ponchos ridículos. ¿Le vas a pedir a un cabro joven de derecha que conozca la Cantata Santa María? Eso no pasará nunca, Quilapayún. No saques esa espada tan noble para pelear contra un segmento bullicioso, motivado por soberbia y genuina ignorancia. Es Completamente innecesario.
No te faltes el respeto, Quilapayún.
Espero que esta noticia envuelva pescado pronto. Que la irresponsabilidad de los que te están manejando las redes sociales se acabe ahora y prepares lo mejor de tu estrategia para los próximos 4 años. Te necesitamos concentrado, Quilapayún.